UTOPÍA COLEGIAL

OBSESIÓN ETÍLICO CARNAL

         -¡Otro trago!- le exijo al camarero, y de mi aliento rancio se desprende tristeza y melancolía. El barman de la pocilga me da una mirada de desprecio, saca el corcho a una botella de vino tinto barato y me llena la caña. - van seis tragos… son seis mil pesos… ¿tienes con que pagar?- sí - le contesto y busco en el bolsillo del pantalón “cevichento”, revuelvo y hurgo entre monedas y boletas y encuentro lo que busco y lo planto de un manotazo en el mostrador. - ¡págate!- le digo y el hombre mira el arrugado y manoseado billete de diez mil y se lo lleva. Me bebo el contenido del vaso, ese elixir amargo y rojo sangre y lo hago pasar por mi güergüero carraspiento.

- ¡y me sirves otro!- le ladro autoritario...

         Al traerme el vaso lleno y dejarlo frente a mí, me avisa que en quince minutos más cierra el local. " local" pienso…una piojera diría yo… un bar de mala muerte, un tugurio, una picante tasca..., reparo en un espejo sucio que da justo frente a mí y el hombre del espejo (el reflejo de una versión borracha y perdida de lo que algún día fui) me míra, y su mirada me insulta y me ofende. - ! IMBECIL!...-me dice - estas solo… borracho… sucio y hediondo- la voz de mando. Cual sargento de Infantería que se da el derecho de ofenderme e insultarme, a decirme lo que quiera sin siquiera preguntárselo.- ¡anda a bañarte!.. ¡"ganapán"!, estropajo, zurullo humano, escoria de la sociedad, levántate y salte de aquí, mueve tu culo flácido y deja de gastar oxígeno… a otro ser humano le sirve más que a ti.

¡¡MUEVETE!!- me ordena…

Pero no me muevo...
No tengo ganas...
No tengo fuerzas...
Ya estoy rendido...

Perdí todo… mi matrimonio y mis hijos… mi carrera, mi negocio, mi reputación....todo. Incluso mi hombría. ¿Y por quien?..Por ella… Una mujer que conocí, por ahí en una escapada de amigos.

Por ahí en un cabaret barato.

Por ahí, entre los barrios bajos de un Santiago Centro nocturno.

Y me encandile… me enceguecí... Me calenté de una forma que ni el infierno me toleró. Aposte todo a su cuerpo, a su boca, sus senos, sus momentos gloriosos de placer...

Y perdí...
La perdí...

Intenté empezar de nuevo, pero la calentura no se había apagado.

Y caí en tentaciones...
Caí en pecados...
Incontables pecados...

Y toqué fondo...
Y aquí estoy...
Paladeando un vino rancio y barato, en esta lúgubre posada llena de ratas...

Me levanto como puedo, sin antes beberme el vino o lo que queda de el y voy a orinar. No lo puedo llamar baño a eso que fui. Busque mi remedo de pene y dirigí el chorro a la maloliente agua café, con protuberancias flotantes.

Luego de mear me vino una arcada y me doblé sobre el maloliente escusado y vomité… expulsé todo mi ser y estómago. Lo que había comido y lo que no. los mocos se me salieron de tanto vomitar y me quede así… Arrodillado frente al váter, Chorreado y asqueado aferrándome al borde de ese W.C. estucado en mierda.

         Me lavé como pude las manos y las manchas del vomito de mi saco, me enjuagué la boca, me moje la cara y la cabeza y aspire fuerte un poco de aire para despabilarme.

De pronto…

         Me miro en el espejo trizado del baño y veo mis ojos, mi cara, mis arrugas, mis canas.

Me vi completo… y no me guste...

Esto termina hoy...me dije…

         Tambaleándome caminé hacia el cantinero. Pague y salí y mis pasos me encaminaron al lugar de mis placeres y mis tormentos, al edén impúdico de vaginas perfumadas. Y afeitadas. Al Olimpo de las diosas de la carne, la lujuria y el placer....

Y mi perdición...

         "El Inferno de Afrodita" se llamaba...

         Un topless local donde vale mil pesos el ingreso, con un trago de regalo.
         A la entrada un negro inmenso con un brillante aro me detiene con la mano: - "¿qué pasa mi “broder”?- pregunta como si fuéramos amigos - Acá se entra con plata, ¿tienes plata cabrón?-

Y le muestro los tres mil pesos.

 -vale mi pana y no quiero problemas, Okey...adelante “man"-

         Adentro las mujeres abundan, negras, blancas, gordas, flacas, feas, lindas, altas y bajas. Una torre de babel en plena Gomorra. Y Yo ahí borracho, excitado y enamorado. Las colombianas negras se me acercan, rozando sus enormes nalgas por mi dormido paquete...Las rechazo, hoy no quiero sobras, no quiero culpas, no mas de irme por la tangente y tomarme el final de la sopa.

Hoy la deseo a ella.

A mi diosa:

La Dulcinea de mis locuras…
la Julieta de mi romance…
la Marylin de mis cumpleaños...
La Dalila de mis columnas...
Solo a ella…

Por última vez…
Solo por hoy....

¡¡CON USTEDES… RESPETABLE PUBLICO!!- grito el altavoz - ¡¡LA TIENEN A ELLA¡¡..! LA DIOSA ETERNA! ¡¡LA FANTASIA HECHA REALIDAD!!... ¡¡LA LOCURA DE ALGUNOS Y EL DESEO DE OTROS!!... ¡¡¡LA SENSUAAAAL ...!!!
- ¡¡¡ESTRELLAAA!! -.

Ahí aparece ella, entre la bruma y las luces.
Era ella. Ella nuevamente… brillante y ajustada en un sostén y una tanguita... ¡Ho dios!, mi pequeño amigo comienza a despertar...el deseo me posee, la calentura me posee, 'la quiero!!" Pienso, la quiero para mí, y ella baila y la guitarra de Gary Moore suena estridente con nuestra canción....

"But I still got the blues for you"

         Ella se mueve sensual, agitando sus grandes senos encajados en un mínimo brazier, el público enloquece, su pelo negro, su boca roja, esa que bese tantas veces bajo el cielo mal iluminado de este antro.

“vas a ser mía otra vez"

         Esa es mi premisa, esa es mi idea y para eso mi cuerpo alcoholizado y caliente se prepara. La observo contornearse, primero de pie. Se quita rítmica y pudorosamente el sostén sin mostrar sus rosadas aureolas y carnosos pezones. Sigue bailando y cae arrodillada a los compases de los últimos acordes del tema.

         Se quita las braguitas y muestra su escultural figura. Dejando que su vientre y pubis afeitados sea observado por todos.

..ahhhh… mi dragón esta encendido y lucha por salir del pantalón. Esta anaconda quiere entrar en la tibia caverna de su cuerpo y poseerla.

Transpiro.

Me conozco.

         De mis poros la excitación se hace evidente. Ella Mueve sus caderas echada atrás, quizás me ruega que la haga mía, otra vez, como aquellos furtivos y fogosos encuentros...

Y lentamente me acerco...
Pero un tipo se me adelanta...

La canción cambia.

Camilo Sesto entra con su melodiosa y españolada voz cantando:

“a escondidas"...

         El imbécil toca su muslo y la recorre hasta su entrepierna y luego baja a su blanca pantorrilla. El odio me nubla y busco en mi bolsillo trasero: Mi cortaplumas automática. Único recuerdo de lo que una vez fui y tuve. La saco, pero en la oscuridad del burdel nadie lo nota y me acerco por detrás al idiota. Es buen mozo. Bien Afeitado y borracho, su perfume es atrayente y varonil…

 Como yo, mucho antes.

Ella lo mira con pasión y lujuria.

 No quiero ver más...

         Y paso mi brazo por su cuello y sin pensarlo le rajo la garganta… La sangre salta al cuerpo de ella. De Estrella y esta se levanta horrorizada, tanto de verme, como del charco de sangre. Coge sus prendas y el hombre en un acto reflejo se lleva las manos al rio sangrante de su cuello.

Y su olor ya no es tan varonil
Luego salto al escenario y la miro a los ojos. Está asustada y lujuriosa, y yo caliente y embrutecido.

         Y le clavo el cortaplumas en su cara y Empujo mi brazo hacia abajo, hacia su cuerpo blanco.

Y hundo la navaja…

Una vez más.
Y Otra vez…
Y Otra vez. Hasta que cae al piso chorreado de sangre.

Y por fin eyaculo en mis pantalones…

 Y la sigo apuñalando…enceguecido.

         Luego un cristal que se quiebra y da en mi ojo derecho. Veo todo rojo. Unos palos en mi lomo me doblan en dos, una patada certera a mis bolas me deja sin aire, y me defiendo, o trato… un corte aquí, un Tajo allá y luego la oscuridad...
         Y caigo en un pozo negro y rojo de dolor, pero ya no siento, me he ido...

Por fin descanso...

Te amo Estrella, siempre te lo dije:

" si no eres mía, no eres de nadie...”

por

Giovanni Sandoval