Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2016
MOSCAS Por Giovanni Sandoval          El veintisiete de febrero del 2010 a las 3:34 hrs de la madrugada, en Chile, o mas precisamente en la zona centro sur del país. Se produjo un “mega terremoto”, como  fue llamado  por la prensa; De 8,8 grados Richter, fue el sacudón que remeció a la población. Echando abajo caminos, autopistas, hospitales, edificios. Trizando casas y muros. Treinta minutos después del movimiento telúrico, una enorme ola  barrió con algunas costas de la nación, dejando muerte, heridos, personas extraviadas y destrucción a su paso.  Pérdidas humanas y económicas millonarias para el país que estuvo paralizado económicamente por casi dos semanas.          Rodrigo Fernández era guardia de seguridad de un condominio en Algarrobo, tuvo que trabajar dos días después del terremoto, el generador del condominio estaba funcionando al ochenta por ciento de su capacidad; los veraneantes de ese fatídico febrero, huyeron despavoridos a Santiago, a revisar sus residencias d
INOLVIDABLE Por más que trato de mojar la herida con cerveza. Tu recuerdo la infecta. Tus uñas están marcadas en mi espalda. Como huellas de tu pasión. Tus dientes en mi pecho. Tus palabras en mi alma. Hirientes y atrevidas. Tu mirada en mi mente. Reprochante y ofuscada. Trato de apagar tu recuerdo con un cigarro podrido. Pero falta mucho para que cicatrice. Mientras espero eso, bebo una cerveza más. Y fumo otro cigarro. Seguiré esperando Hasta que tú recuerdo muera O yo muera en el intento. Giovanni Sandoval
LAS RATAS DE PRAT En 1980 el gran cine Prat de Franklin sufrió una gran plaga de Ratones. Ratas que se cobijaron en las butacas del cine haciendo que las parejas de amantes, homosexuales, prostitutas y travestis salieran huyendo mientras se exhibía un combo de Stallone: Rambo, Rambo ll y Rocky lll. El caso se agravo cuando Don Romualdo. El anciano y cojo proyectista fue literalmente devorado por estas pestilencias mientras dormía en su sillón y se proyectaba "infierno caníbal".         A Los púberes que buscaban nuevas sensaciones he iban en grupos no les quedo otra que huir también ante la presencia de esos asquerosos animalillos grises y peludos que se frotaban por los pies de los asustados espectadores. Cuando se cortó la película y la luz no se prendió. Un grito histérico y asustado sobresalió de las voces que reclamaban diciendo: “¡¡ayayay!! ¡¡Algo me mordió el pie!!... ¡¡ayyy!!".         La administración hastiada de esta situación busco al mejor e