AGUA

Somos dos gotas de agua de una tormenta tropical, que cayeron en un mar embravecido. En una fría noche de Invierno...
Gotas que se mezclaron solitarias en ese océano de gotas despatriadas.
Agua dulce y cristalina que se mezclo con un mar salado y agitado.
Que se revoluciono y enloqueció por la fuerza del viento, empinándose en inmensas olas que casi tocaban el cielo...
Pero nunca lo hacían...
Por el contrario, caían estrepitosamente; conjugándose y juntándose con una masa húmeda y rugiente. Donde avanzaban y se empinaban felices por buscar su madre por allá arriba. En esas nubes plomas y gordas de donde nacieron.
Pero el destino impertérrito nos encauzo y se apiado de nuestra acompañada soledad y llegamos en una lengua de ola a reposar en la playa...
Y allí nos cobijamos...
En la arena, que al igual que nosotros eran gotas solidas y separadas de un profundo abismo oceánico...
No lo sé, pero tu soledad y la mía se juntaron. Decidimos unir nuestros caminos. Dejando ese violento pasado atrás y
Ser el agua que alimentara un futuro mejor...
Quizás…
 Y convertirse en la sustancia que da energía a un gran árbol y alimentarlo y verlo crecer...
Para quizás, algún día. Llegar a tocar el cielo...
Nuevamente...
Y por fin.


Giovanni Sandoval


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