LA DECISION
Salí al centro y me dirigí a un café. Pedí un cappuccino
y un trozo de pastel...intente comer, pero no pude. Necesitaba el trabajo pero
no estaba preparado para esto. Comencé a divagar sobre los pros y contras de
esta situación: por un lado estaba Andrea y su exquisito apetito sexual,
ochocientos mil pesos mensuales y......
Y bueno....los contras: viviría y trabajaría en
una mentira; pero quien no me convertiría en su esclavo sexual y
laboral....pero era lo que siempre había soñado. Recuerdo que de adolecente fantaseaba
con ser porno star y me pagaban por follarme a hermosas actrices pornos...
Así que volví...
Y acepte el trabajo....
El Señor González estaba sentado tras su
escritorio firmando unos documentos, al verme me tendió la mano e insistió que
lo llamara "Pancho"; total, de ahí en adelante comeríamos del mismo
plato; Vestía una camisa y al levantarse a saludarme note asombrado que no
llevaba puesto calzoncillos y su falo empalmado con la cabeza roja e hinchada
me saludaba...todo eso estaba debajo de una mata de pelos entrecanos. Vio el
asombro en mi cara y se echó a reír...- te incomoda mi amigo, es muy grande y juguetón?-
nooo- le respondí - los he visto más grande....solo es uno normal para mí...es
que no esperaba esta recepción...- ah... Era eso, ....acostúmbrate....todo
trabajo tiene su parte "penca" ja ja ja- te lo dije Alejandro: tu
trabajas para mí...y Andrea es mi esposa...y así quiero que se
mantenga...estamos claros!- ...sí- conteste. Pero note preocupación en su voz
autoritaria...estaba nervioso por cómo se daban las cosas, así que asumí mi
parte con hidalguía y dignidad...
Andrea, que escuchaba la conversación, leyendo una
revista, sentada en un amplio sillón de cuero y solo vestida con un calzón, se levantó
y me abrazo por la espalda. Como era bajita. Sus senos gorditos se apretaron a
mi baja espalda y se acurruco a mi....me volví y ella se empino, tomo mi cabeza
en sus manitos y la acerco a su boca roja y nos besamos, me metió la lengua en
la boca y la recorrió interiormente...luego me susurro al oído..."gracias".
Me estaba excitando, mi dragón estaba calentando
motores y ella comenzó a frotarse contra mi paquete...de a poco me olvide donde
estaba y me encontraba como fierro de duro y caliente...Andrea no espero mucho
y me bajo el cierre, en dos tiempos ya lo tenía en la boca y lo succionaba húmedamente...recorriendo
desde los testículos al frenillo de mi pene. Me saco el pantalón y me dejo con
los eslip hasta los muslos...luego se aferró a mis piernas y comenzó a introducírselo
a su boca rítmicamente. Haciendo que mi ritmo cardiaco se acelerara...cerré los
ojos...no sé cuánto. Para cuando los abrí...Pancho la tenía embestida por detrás
y su pelado cráneo estaba rojo y sudado. La tenia agarrada de las caderas y le metía
su miembro mientras jadeaba repetidamente...en un tris de realismo mire a mi
doncella querida, Andrea. Y ella con mi glande en su boca espumante de saliva y
sus labios rojos, me miraba a mis ojos. Fue una sensación extraña y excitante.
Luego ella empezó a mover las caderas y a masturbarme apurando la eyaculación
de ambos...por fin acabamos. Yo en su boca y cara y Pancho en su vagina, nalgas
y espalda....
De ahí en adelante tratar de juntar dinero y
aprovechar mi poco de suerte por lo que más durara.
Mi jornada comenzaba a las ocho u ocho y media de
la mañana llevándole desayuno, hacia aseo, lavaba ropa, loza, le manejaba el
auto...y fornicábamos mucho...era incansable y estaba encantada con mis
atenciones....
Un día llego llorando...
GIOVANNI SANDOVAL
Comentarios
Publicar un comentario